La experimentación genética con animales no es nada nuevo: ya desde que tengo memoria de haber empezado a recolectar artículos, se ha estado haciendo experimentos mezclando material genético animal y humano. Dejando de lado el hecho de que podemos estar creando la raza superinteligente que nos reemplace como amos supremos de la Tierra (no se preocupen, con los ratones al menos ya estamos tomando recaudos), son en general cambios positivos para la humanidad (Dicho de otra manera, ya los estamos comiendo, que nos traigan partes de repuesto de yapa es un golazo).
¿Es acaso este el futuro de la humanidad?
Y es ahora, en un momento en que la ciencia ha aceptado sus limitaciones a la hora de conocer el universo ("Es demasiado puto", declaran), cuando se logró uno de los avances más importantes en este campo de los últimos tiempos: se han logrado criar ovejas con un hígado casi completamente humano. Si bien ahora tan solo el 15% del animal es en realidad de homo sapiens sapiens, muy pronto se podrá lograr crear ovejas con órganos totalmente humanos a elección.
Este nuevo avance ha vuelto a traer al centro del escenario los debates morales que acompañaron al nacimiento de esta ciencia. Debemos entonces preguntarnos ¿Es acaso ético manipular la pura esencia de la vida en esta tierra? ¿Nos corresponde utilizar material genético humano en animales? ¿Acaso no nos acerca esto a una distopia análoga a la planteada en la Isla del Dr. Moreau? ¿Si tiene vagina humana, sigue siendo zoofilia?
