Nieve en Buenos Aires
(Para Al Gore que lo mira por TV)

Una vez más, la realidad lo muestra: el calentamiento global no es otra cosa que una mentira. La nevada en Buenos Aires del día de hoy termina de confirmar aquello que los republicanos nos han estado diciendo desde hace año: no existe tal cosa como el calentamiento global.

La mente poco entrenada podrá suponer que lo que se busca es mantener la ilusión de calor, para evitar así entonces que los destinos vacaciones veraniegos pierdan concurrencia, como propuso en su momento el periodista Joel Ramirez, del Miami Herald. Pero la verdad esta lejos de ser esta, y el plan de Gore y sus secuaces tiene un objetivo mucho más perverso: hacer que el planeta tierra entre en una nueva era glacial.

Ya son varios los estudios científicos (1) que comprueban que el planeta Tierra no solo no está aumentando su temperatura, si no que esta disminuyó notablemente con el pasar de los años. Lo único que ha logrado que mantenga su temperatura estable no es otra cosa que los subproductos de la industria del petróleo (esto explica por que, durante todos estos tiempos, se ha evitado que se hagan populares fuentes de energía alternativas "no contaminantes"; de extenderse su uso, y abandonarse el de combustibles fósiles, la debacle climática sería inevitable). Estos estudios, obviamente, tienen una difusión prácticamente nula gracias a las presiones de una comunidad científica totalmente politizada.

Es natural preguntarse claro, como buen periodista, Qui Bono? Si bien la lista es extensa, existen ciertas personas o grupos que saldrían obviamente beneficiados frente a un escenario de regresión a la glaciación, algunos de los cuales se enumeran a continuación.

Bono

Al Gore: el ex vicepresidente es uno de los expositores más elocuentes de la "teoría" del calentamiento global. ¿Que es lo que lo mueve a involucrarse en esa conspiración? Es un hecho poco conocido, pero desde 1958 la familia Gore es dueña de una de las productas de ropa para alpinismo y temperaturas extremas más grandes de América. Que la salida de su nueva linea de botas y abrigos coincida con la fecha de estreno de "An inconvenient truth" no es solamente una coincidencia.

Los monopolios ganaderos: uno de los mayores gastos en los que cae la industria de la carne corresponde a los costos de transporte de las reses una vez sacrificadas. Bajando a temperatura, los camiones frigoríficos dejarían de ser necesarios, lo cual reduciría la inversión en transporte notablemente. Claro está, el público general jamás se enteraría de esto, y los precios de la carne se mantendrían tan altos como hoydia.

Canadá: por un acuerdo territorial con los Estados Unidos (el llamado Pacto McGoer-Jackson de 1917), la frontera entre Canadá y Estados Unidos está definida por el sector en el cual la nieve pasa a tener un espesor menor a 25 centímetros. Bajando la temperatura a nivel global, Canada estaría de hecho realizando una invasión territorial sin guerra convencional.

El comunismo internacional: ¿O acaso Rusia no es el primer país en el que uno piensa al hablar de nieve? Damas y caballeros, prepárense para un invierno rojo.

Stalin, luego de un asado en Mar Chiquita, discutiendo con Lenin las bondades del frio. Fue esta pelea la que finalmente los llevó a volverse antagonistas políticos.

La industria de la leña: la conexión en este caso es más que obvia. Y ver la conexión Canadá no resulta difícil. ¿O acaso no es ese el país que concentra más del 90% de la población mundial de leñadores?

Japón: ¿No resulta sospechoso que el tratado de mayor importancia que se ha dado en la lucha contra el "calentamiento global" haya sido realizado en la ciudad de Kyoto, que se encuentra en uno de los últimos países que realizó ataques abiertos al territorio norteamericano? Según fuentes de inteligencia (y la opinión de varios expertos en geopolítica), el país de sol naciente planea, emulando al hombre primitivo, una invasión terrestre a través del estrecho de Bering, que suponen tomará a los Estados Unidos desprevenido. Hay quienes opinan que en este aspecto hay un acuerdo con Rusia, y mientras Japón se buscará quedarse con Norteamerica, Rusia avanzaría sobre Europa.

El Sionismo: porque, afrontémoslo, siempre sale beneficiado.

Previendo la conspiración por venir, Perón prohibió el frio en la República Argentina en 1972. La ley clímatica 27.578 fue luego derogada por el gobierno de Galtieri, en un intento de obtener el apoyo canadiense en la guerra de Malvinas.

Las pruebas son más que suficientes, y la trama de mentiras está ante sus ojos. Queda en ustedes, lectores, no ser atrapados por las garras de esta conspiración internacional y poner su granito de arena para evitar que esta pesadilla se haga realidad. Compren autos nafteros, usen aerosoles, dejen la estufa prendida y eviten los mecheros bunsen, optando por algo que genere una combustión más incompleta. El futuro del planeta Tierra está en sus manos.


(1) Hammond, Jerry,"Algunas consideraciones acerca del efecto invernador", Universidad de Walla Walla (Washington), 1997.